Demodex: de parásito a miembro de la familia

Descubren un posible salto evolutivo del Demodex folliculorum

Un equipo de científicos del CSIC y la Universidad de Valencia han descubierto una posible mutación en este pequeñísimo ácaro (0,3 mm) que vive en los poros de tu piel y se alimenta de las células muertas de tu epdermis. Se aloja en la frente, la barbilla, los pezones, las pestañas y cualquier otra parte de tu anatomía con poros y pelos. De ahí su nombre en latín, la lengua oficial de la Iglesia: folliculorum.

La mutación consistiría en una pérdida de desarrollo de sus “patas”, cuatro pares de protuberancias con unas pequeñísimas garras que le permiten asirse en el interior del poro. Al parecer esa pérdida sería consecuencia de su creciente sedentarismo: Demodex se desplaza cada vez menos de poro en poro y como consecuencia su tasa de reproducción es cada vez menor ya que estos ácaros se reproducen sexualmente.

Esta mutación, que a priori pudiera parecer positiva para el ser humano, podría ser sin embargo catastrófica. Por una parte no se han encontrado inconvenientes a su presencia: no parece provocar alergias, a pesar de ser un ácaro, ni enfermedades asociadas. Pero por otra, se ha relacionado esa mutación con la falta de actividad sexual del organismo huésped, o sea tú. El motivo sería que l@s Demodex copulan como loc@s durante toda la noche, berreando como puerc@s salvajes o erizos en celo. Esos berridos en forma de ultrasonidos lúbricos son inaudibles pero subconscientemente parecen afectar a las meninas y excitar la glándula pineal, y podrían ser los responsables de las erecciones nocturnas, los orgasmos durante el sueño y del apetito libidinoso mañanero. Resumiendo: que tus calentones mañaneros podrían deberse a que estos microorganismos se pasan la noche follando en tu cara, y eso te pone perrac@ sin saberlo.

Otra consecuencia indeseada es que, al perder movilidad, los vástagos no abandonan el poro hasta los 35 años de media. Lo cual es problemático porque una Demodex puede poner hasta 25 huevos de una sentada.

«La próxima vez que oigas follar, piensa que a lo mejor no son tus vecinos sino una jauría de Demodex dándolo todo en tu rostro. Al microscopio, observamos a menudo poros a reventar, con cinco, diez, hasta veinte ácaros apretujaos, y como se junta toda la familia, padre, madre, hijos, hijas, abuelos y hasta el perro y fornican todos con todos, la cosa se sale de madre, nunca menor dicho. Hasta hemos observado un poro con una pancarta que ponía: “Por un poro digno y asequible ya”» ha declarado Ramón Aguillo, becario del CSIC.

Con el tiempo, podrían pasar de parásitos externos a simbiontes internos y formar parte de tu propio organismo. Para siempre…

¡Ay que te como toa la cara!

Al microscopio, observamos a menudo poros a reventar, con cinco, diez, hasta veinte ácaros apretujaos, y como se junta toda la familia, padre, madre, hijos, hijas, abuelos y hasta el perro y fornican todos con todos…