Carpanta, creado por Escobar en 1947, era un indigente que vivía bajo un puente. Hoy es un joven emprendedor compartiendo una alcantarilla en coliving con un autónomo jubilado a la puerta del 13 Rue del Percebe, de F. Ibáñez. ¡Felicidades, hoy comemos pollo!
Cerberus (el de aznar) quiere echar a cientos de familias
Nueva ola de robos de viviendas:
No todo es inflación
Vamos a echarnos unas risas, que ha llegado la primavera y vivimos una combinación expolsiva del aumento del coste de la vida y la subida de los alquileres y las hipotecas. Una nueva “burbuja inmobiliaria” aunque no se parezca en nada a la de 2008.
El IPC oficial ha subido el 6% pero la “cesta de la compra” real ha subido más del doble. En València, en un año los alquileres han subido de media un 20% (más del 50% en algunos barrios y el 400% los cabrones de Cerberus). Las hipotecas se disparan también cerca del 50% por la subida del Euribor (de -0,2 a 4%), y los bancos endurecen las condiciones de los préstamos: solo apto para especuladores.
Dicen los “expertos” que se necesitarían 40.000 nuevas viviendas en València para satisfacer la demanda, pero ¿demanda de quién? La ciudad lleva desde 2012 perdiendo habitantes…
(Sigue al final)
Creix alarmantment la inseguretat ciutadana.
Si l’any passat era la policia local la protagonista (agressions contra el veïnat al local social del Cabanyal Horta, assetjament a indigents,…), este any ha pres el relleu la nacional.
1. L’inspector en cap de València difonent odi i bulos xenòfobs («todos los que llegan en patera son delincuentes», «todos los maleantes que detenemos son inmigrantes»,…).
2. Desemmascaren policies infltrats en col·lectius socials a Barcelona i València (Benimaclet) com si foren organitzacions delinqüents o terroristes (segons les seues pròpies circulars internes ho som, com a Lavapiés).
3. Encobridors d’agressions a veïns, com l’atemptat amb àcid contra els participants a l’acte en memòria de Guillem Agulló, el jove de 19 anys assassinat per neonazis. La policia no creu que l’agressió tinga cap motivació política sinó que algun veí «se habrá molestado por el ruido».
Tot això ens fa molt fàstic, però també ens fastigueja que en estos 5 anys govern i parlament no hagen estat capaços de derogar la llei Mordassa. Encara que vist lo vist amb la del “Sí és Sí”, millor que no la toquen, que igual tornem a la de “Vagos i Maleantes”. El menistre de la porra vol mantindre els privilegis aprovats pel PP: les il·legals “devolucions en calent”, la presumpció de veracitat dels de placa i pistola, les pilotes de goma i que qualsevol negativa a acatar ordres d’un policia, encara que esta siga il·legal, siga considerada desacatament, desobediència, falta de respecte, atemptat a l’autoritat o el que li eixca dels ous. Lo dit, vénen corbes.
Crece alarmantemente la inseguridad ciudadana.
Si el año pasado era la policía local la protagonista (agresiones contra el vecindario en el local social del Cabanyal Horta, acoso a indigentes,…), este año ha tomado el relevo la nacional.
1. El inspector jefe de Valencia difundiendo odio y bulos xenófobos («todos los que llegan en patera son delincuentes», «todos los maleantes que detenemos son inmigrantes»,…).
2. Desenmascaran policías infiltrados en colectivos sociales en Barcelona y Valencia (Benimaclet) como si fueran organizaciones de delincuentes o terroristas (según las propias circulares internas de la policía lo somos, como en Lavapiés).
3. Encubridores de agresiones a vecinos, como el atentado con ácido contra los participantes en el acto en memoria de Guillem Agulló, el joven de 19 años asesinado por neonazis. La policía no cree que la agresión tenga motivación política alguna sino que algún vecino «se habrá molestado por el ruido».
Todo esto nos da mucho asco, pero también nos fastidia que en estos 5 años gobierno y parlamento no hayan sido capaces de derogar la ley Mordaza. Aunque visto lo visto con la del “Sí es Sí”, mejor que no la toquen, no sea que volvamos a la de “Vagos y Maleantes”.
El menistro de la porra quiere mantener los privilegios aprobados por el PP: las ilegales “devoluciones en caliente”, la presunción de veracidad de los de placa y pistola, las pelotas de goma y que cualquier negativa a acatar órdenes de un policía, aunque ésta sea ilegal, sea considerada desacato, desobediencia, falta de respeto, atentado a la autoridad o lo que le salga de los cojones. Lo dicho, vienen curvas.