Entrevista Alicia, Mentxu y Vivi, de Aragó Cinema

Alicia, Menxu y Vivi
Alicia, Mentxu y Vivi

Apostamos por recuperar el buen cine de barrio

Hola. No me he preparado la entrevista (para lo que me pagan…) así que contadme cosas a ver si con corta/pega sale algo y lo hago pasar por una entrevista.

Alicia. Podemos empezar por el final.

B. Pues vale, muchas gracias por vuestro tiempo y hasta otra. (Risas).

Mentxu. Venga, comencemos por el principio entonces: empezamos a lo loco y así seguimos, como pollo sin cabeza. Todo empezó con un grado de inconsciencia total, hace años, a iniciativa de dos personas de la cooperativa. A finales de 2014 contactaron con los dueños de los cines Aragón, el único cine histórico del que todavía se podía salvar algo sin una inversión desorbitada. Cuando entramos era como si se hubieran ido corriendo tras la última proyección, aunque había mucho trabajo por hacer.

A. Un día dijimos “vamos a poner una fecha límite”, en octubre de 2015, porque si no todavía estaríamos limpiando y pintando. Nos dimos dos meses de plazo.

B. (pienso que es porque la mayoría son chicas “doñaperfectas”. Si fueran tíos en dos semanas estaba abierto, a patadas. Pero no lo digo) ¿Tuvisteis muchos problemas burocráticos? ¿Tema de licencias, por ejemplo?

A. No, por suerte. Ahora sería imposible abrir un cine en la ciudad porque se considera una “actividad molesta y ruidosa”. Es curioso porque a nosotros nos molestan más los coches (los cines están en la plaza de Zaragoza, la gran rotonda que une la avenida del Puerto con la avenida de Aragón).

M. Está claro que es para favorecer las salas de los centros comerciales. Menos mal que, aunque sea por desidia, en 9 años el Ayuntamiento no había revocado la licencia.

B. Qué suerte! Cómo os lo habéis planteado? Porque no es una típica sala comercial

Vivi. Antes que nada, es importante que la gente sepa que somos una cooperativa: “La Cinemista”. También es un negocio, claro, pero diferente. Nosotros aportamos nuestro trabajo. Es un trabajo colectivo, no es fácil.

Es importante que la gente sepa que somos una cooperativa: aquí todos aportamos nuestro trabajo.

B. Claro, y además cada uno tendrá sus propios criterios individuales. Supongo que habrá hostias a la hora de decidir si ponéis una de Arnaldo Chuachenáguer o una de Silvestre Estalone…

A. Claro, claro, pero es que no se puede estar discutiendo eternamente de todo. Ya no de películas, tú no sabes la de discusiones que ha llevado elegir el color del bar… (Otra vez, pienso que eso pasa porque la mayoría son chicas, pero me lo vuelvo a callar… Me justifico mi cobardía pensando que el sueldo de becario no cubre estos aprietos y cambio de tema).

B. ¿Y el tema distribuidoras?

M. Bueno, funcionan de una forma un poco extraña: no te dan pie a saber exactamente lo que te van a suministrar. Las grandes tienen sus salas y a ésas no les vas a comer mercado. Cada vez nos estamos tirando más por pequeñas productoras y cine independiente. Además, también queríamos hacer esas otras cosas.

A. Sí, dar cabida a películas que no llegan a proyectarse en Valencia. Ser un espacio abierto a la ciudad, en colaboración con directores y productores valencianos que no tienen la oportunidad de estrenar; alquilándoles salas para alguna sesión. Por ejemplo el día 18 de junio se estrenó “Nubes rojas”, un western español, y alquilaron la sala para el preestreno. También estrenamos “El hombre que quiso ser segundo” de Ramón Alós, también valenciano. O “La distancia más larga” de Claudia Pinto, una directora venezolana afincada en valencia; “Y sin embargo se mueve” sobre las Marchas de la Dignidad, hecho por un colectivo de aquí,… ¡Todo esto es muy serio!

B. ¿Qué bien, ya tengo titular para la entrevista: ¡Todo esto es muy serio! (risas).

A. Es que ya llevamos un año abiertos pero hay gente que todavía no se ha enterado. Aunque es difícil meternos en estrenos comerciales por el tema de las grandes distribuidoras, sí hemos tenido algunos importantes, como “El rey tuerto”, el documental sobre Steve McQueen “The man of Le Mans”, “El Libro de la Selva” o “Kiki, el amor se hace” de Paco León.

B. ¿Una película que os gustaría proyectar?

A. “Langosta”.

V. Películas que han pasado a formar parte de la historia del cine. Hay cientos. Parecía algo muy fácil y teníamos grandes planes, pero están fuera de nuestro alcance.

B. ¿Por?

A. Por problemas legales. Es algo que la gente debe saber, habría que cambiar la ley. Por ejemplo tú eres una “asociación cultural”, pillas un dvd, haces un pase de película para tus socios pidiendo una colaboración voluntaria y no pasa nada. Pero nosotros somos “sala exhibidora”, solo podemos proyectar películas del “circuito de distribución oficial”.

B. ¿Y eso qué significa?

M. Que hay muchas películas que están en dvd pero no en “distribución oficial” así que no las puedes proyectar. Un ejemplo: “Excalibur”, una película espectacular para ver en cine, ya no tiene distribución en España. Y sin embargo la puedes comprar en dvd o Blue-Ray y se podria visualizar en una asociación cultural. Nosotros no, tendríamos que pedirla a Reino Unido, y probablemente  te entregarían una copia sin doblar ni subtítulos.

A. Pero es que además te cuesta unos 700 una única proyección. No por una semana ni por un día, ¡por un pase!

M. Fíjate, si tu cobras una entrada a 4, el 50% es para la distribuidora; descuenta el iva y te queda aproximadamente 1,5 del que tienes que pagar luz, agua, impuestos… Si le dedicáramos 1 de cada entrada a pagar el coste de proyección de película necesitaríamos llenar al completo una sala con 700 butacas; y nuestra sala más grande tiene 380.

B. ¿Entonces proyectar, por ejemplo “Casablanca” llenando el aforo al 100% de la sala grande os costaría más de 300 del bolsillo?

M. Exactamente. Por eso hemos desistido de proyectar cine clásico o ciclos, que era una idea que en un principio teníamos muy clara. Incluso para no pelearnos cada uno había programado su propio ciclo de cine clásico, así que la bofetada fue muy grande.

A. Pero bueno, a pesar de todo abrimos las salas con clásicos como “El Gran Lebowski”, “La Naranja Mecánica”, “El Gran Carnaval” y “El Profesor Chiflado”.

M. Ahora estamos en Cinearte, que es una red de distribución independiente, donde también hay muchas cooperativas, y uno de cuyos objetivos es poder negociar colectivamente con las distribuidoras como red. Creo que por ahí podremos conseguir muchas cosas.

Por unas leyes injustas, proyectar cine clásico solo está al alcance de salas subvencionadas o la Filmoteca.

B. ¿Con un tierno añito de vida, como anda el proyecto? (sí amigos, ésta es una pregunta de gran calado para dar pie a una amplia respuesta cuando no se tiene nada concreto que preguntar, jeje).

A. El primer día que nos sentamos en nuestro cine para ver una proyección nos emocionamos tod@s…

M. El cine es una experiencia social. Antes en todos los barrios había cines, quedabas con la gente, sesiones contínuas, te llevabas el bocata… El Xerea no tenía ni bar: había un señor con cajas de cerveza… Ahora solo quedan en los centros comerciales (Mentxu puntualiza que es contraria a los centros comerciales y no iría allí a ver una película “ni así me maten, se me llevan los demonios”).

B. Lo mismo que pasa con los centros comerciales respecto de los cines de barrio pasa con las tiendas de barrio, no es un problema de tipo de público sino de hábitos impuestos y/o aceptados acríticamente.

M. Por supuesto. Y los mercados… Ahora sí hay una potenciación por parte de diversos colectivos de recuperar la vida de barrio, la calle, los parques para los niños. Ojalá recuperar la ciudad para el ciudadano nos salve un poco. Desde Aragó Cinema apostamos decididamente por ello.

M. Después de un año de actividad, somos más conscientes de que lo bueno viene ahora. Cuando terminamos la reforma pensamos “lo duro ya ha pasado, ahora vienen las risas”. Y es verdad, ahora vienen las risas, pero no veas cómo tenemos que peleárnoslas… y más en una cooperativa en la que no siempre estamos de acuerdo. Un día Alicia dijo: “Los problemas van saliendo a medida que los afrontamos”. Al día siguiente pensamos “¿no será al revés?”. Pues no, tenía razón, es así. Pero es muy bonito ver cómo a veces se peta la sala y hay gente hasta en primera fila. Y se hacen corrillos y debates al final del pase, algo que potenciamos con la presencia habitual (siempre que es posible) de directores y actores de las películas proyectadas. O cómo los niños aplauden al final de la película. Es muy bonito.

V. Sí, piensas “por fin vamos a ver algo de dinero” (risas).

B. Estaba pensando sobre lo que me habéis dicho de las asociaciones culturales y las salas exhibidoras… ¿entonces una asociación cultural podría alquilaros una de las salas para proyectar una película legalmente, y hacer luego una tertulia o debate aquí?

A. No veo por qué no, nosotros alquilamos la sala, lo que haga esta asociación, siempre que sea legal, no es cosa nuestra. Pues mira, es una opción…

B. Muy interesante… Cambiando de tema, creo que os es difícil hacer una programación con un mes de antelación como para incluirla en nuestra agenda, pero en cuanto tengamos web y Facebook, estarán a vuestra disposición para anunciar las programaciones. ¿Queréis añadir algo más? ¿cuánto es el carajillo?

A. M. V. ¡Estás invitado