Crónicas de un fracaso
LP13-Enero 2019. Llega otro histórico 8 de marzo. Vinimos para quedarnos, para ampliar nuestros derechos y hacer efectiva la igualdad entre hombres y mujeres por mucho que se empeñe la caverna. Ni un paso atrás. Y por eso reivindicamos que la revolución será feminista o no será y que el feminismo será revolucionario. Por mucho que las Thatcher, las Cospedal o las Botín hayan “roto el techo de cristal”de la hijoputez, queremos un feminismo de clase, antiracista y antiimperialista. El 8 de marzo es el día de la mujer trabajadora.