Quino nos dejó muchas reflexiones y frases memorables a lo largo de las casi dos mil tiras gráficas de Mafalda, dibujadas entre 1964 y 1973. Tres años antes del golpe de Estado de los militares argentinos y EEUU. Después de eso, su humor se volvió más ácido, sus ilustraciones más densas y elaboradas. Más políticas, sarcásticas y ya sin concesiones.
Cuando, a preguntas de un periodista sobre como sería Mafalda de mayor, Quino respondió: «Mafalda habría sido una de las 30.000 desaparecidas de la dictadura». La vida arrebatada con veintipocos años.
Puede que ver a su madre en la Plaza de Mayo hubiera sido un revulsivo demasiado insoportable para sus millones de fans, en una dictadura que arrojó (literalmente) la espantosa cifra de 30.000 desaparecidos y más de medio millar de bebés robados. Y aún más en España, en una dictadura terrorista que quintuplicó la cifra de desaparecidos y multiplicó ¡por 500! la de bebés robados, sin que hasta hoy haya existido ni verdad, ni justicia, ni reparación. Mafalda podría haber sido una de las “13 rosas”, insultada, humillada, tildada de “puta, asesina y torturadora” por los repugnantes herederos del genocidio golpista, hoy la tercera fuerza parlamentaria del país.
Este es nuestro homenaje póstumo a Quino. Y a Mafalda. Para no olvidar.
La exposición recogió una excelente –y contundente– selección de tiras de Mafalda, otras ilustraciones y audiovisuales. Quino en estado puro.