¿La definición transforma la realidad?

El 100% de los analistas del Foros de Davos vaticinan un desastre económico para Europa en 2023

Ante la situación que nos pintanlos poderosos dicen que tenemos poco margen de maniobra pero podemos hacer muchas cosas. La primera, rebelarnos y organizarnos

Primera parte. En la famosa paradoja de Schrödinger, el sentido común nos dice que no podemos saber si un gato encerrado en una caja en determinadas condiciones está vivo o muerto hasta que la abrimos. Schrödinger afirma sin embargo que el gato “está vivo y muerto al mismo tiempo” hasta que se le observa, lo que parece contradecir dicho sentido común. Algunos experimentos relacionados con la mecánica cuántica apuntan a que podría tener razón: determinadas partículas se comportan de forma diferente según son observadas o no. 

Hay que aclarar que también dicen que no se puede trasladar al mundo “macro”, a la realidad tal como la percibimos con nuestros sentidos, pero la cosa es más complicada. La observación es generalmente un proceso activo, de interacción y transformación del objeto estudiado. Si observo la Luna, no provoco ningún alteración en ella. En cambio, si “estudio” una partícula o el sabor de una manzana tengo que alterarla, modificarla (comérmela en este caso, vamos).

Pero hay otro aspecto: si yo le digo a alguien que no la ha probado nunca que la manzana es amarga y desagradable, es muy probable que desista del intento.

Segunda parte. La temática de estudio de la mayoría del premios Nobel de Economía a lo largo de los años ha ido pasando de los mecanísmos económicos a la importancia de la información en la toma de decisiones. De ahí al poder de manipulación de esa información, a las alteraciones de la economía en base a dicha manipulación y la toma de decisiones, hasta llegar a una conclusión que parece “casi cuántica”: no se sabe como se comportará la economía hasta que lo hayan establecido los verdaderamente poderosos a través de los grandes medios de comunicación de su propiedad y al servicio de sus intereses.

Tercera parte. Expansión o recesión, crisis o bonanza, son parte de los ciclos del sistema capitalista, pero están condicionados, reconducidos o agravados por las decisiones de corporaciones, gobiernos y organismos internacionales en función de sus intereses. Afectan directamente a los tipos de interés o al precio de la vivienda, los precios de los alimentos (con guerra de Ucrania o sin ella). En definitiva, nos afectan a todos y en todo.

Epílogo. Ante la situación que nos pintan dicen que tenemos poco margen de maniobra. Pero podemos hacer muchas cosas.

La primera, rebelarnos y organizarnos. Las luchas demuestran que si nos unimos y persistimos podemos conseguir muchas cosas. Lo vemos en el trabajo, en las pensiones, en la vivienda, en los barrios, en el feminismo,  en la memoria histórica antifranquista,…

La segunda, que las decisiones de nuestro día a día también condicionan la realidad de nuestro entorno: comprar en las tiendas del barrio, desplazarse a pie o en bici, evitar el uso de envases plásticos…

La tercera, que todo lo anterior puede darse en mejores o peores condiciones. En unas donde se respeten las libertades de expresión, reunión y manifestación o donde se amordacen y repriman. Donde se promueva la igualdad o donde se discrimine. Donde se apoye a los trabajadores y se cuide a pensionistas y dependientes o donde se haga negocio a costa de su vulnerabilidad. Este año es un año de elecciones, de nosotros depende actuar sabiamente.