No es ningún secreto que nuestra relación con Joan Ribó no empezó con buen pie. La liamos un poco cuando el intento de pelotazo urbanístico con la Universidad Europea (LP-3) y contra el proyecto especulativo del macrocentro comercial y hotelero en La Marina de València (LP 8).
Pero en el fondo el alcalde nos cae bien, aunque no esté a la altura de Rita como fuente de inspiración satírica y caricaturas para una revista como la nuestra. Rita era mucha Rita.
Así que por tender puentes esperando a que por fin nos conceda la tan deseada entrevista (ya van por seis años…) queremos proponer públicamente dos cosas. Primera, celebrar un acto solemne de solidaridad con Odessa, ciudad hermanada de nuestra Perleta del Turia. En plano lujo asiático, o mejor aún, fastos falleros.
Y segundo, iniciar los trámites para el hermanamiento de València con el Tinduf, en apoyo y acompañamiento al pueblo saharaui por el 50 aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), y dejar claro ante el mundo que no todos los poíticos españoles son unos “meñiques” cabrones de doble rasero y traidores. Ahí queda…